Palabras clave
Artesanía en el Concejo de Ribadedeva › Etnografía › El concejo › Artes › La Franca › Colombres › Ribadedeva › Comarca del Oriente de Asturias › Oriente de Asturias › Costa de Asturias › Asturias › Principado de Asturias › España › Europa.
Descripción
ARTESANÍA
Aunque fueron los zapateros de Pimiango los que dieron el mayor lustre a la artesanía del concejo, hubo otros oficios con nutrida representación, como el de carpintero en Boquerizo y Villanueva, y el de cantero en Colombres.
También se tiene conocimiento de la existencia de un alfar en Andinas, donde se hacían cacharros de barro del tipo de la cerámica negra de Faro (lugar de la parroquia de Limanes, Oviedo). Además, en las proximidades de la Fuente de la Teja, frente al lugar llamado La Parra, se conserva aún un horno en el que se elaboraban piezas de barro, fundamentalmente bebederos para gallinas.
En activo continúa Ricardo López González, artesano de la madera (tallas, arcas...) en Colombres.
Los zapateros de Pimiango
El gremio de zapateros de Pimiango —de cuyo origen nada se sabe— dio fama y prestigio a este pueblo de Ribadedeva hasta las primeras décadas del siglo XX, decayendo su actividad a partir de entonces, para extinguirse después de la guerra civil española del año 1936. Su arraigo e importancia se ponen de manifiesto en los datos aportados por los padrones del «Catastro» de Ensenada en 1753, dando cuenta de la existencia de 30 zapateros entre los 56 varones que constituían la población de Pimiango.
Era un oficio ambulante ejercido en durísimas condiciones por campesinos, que, coincidiendo con el cese temporal de las tareas agrícolas, recorrían, durante buena parte del año, ferias y mercados del resto de Asturias, Santander, Vizcaya, el norte de León, Palencia y Burgos, nunca solos sino en cuadrillas generalmente de dos o tres artesanos, compuestas por un maestro y uno o varios ayudantes. Los había también que «se asentaban cada año en un mismo concejo o comarca, donde contaban con una clientela fija» (Yolanda Cerra Bada). Solían regresar para las fiestas locales de Santu Medé (San Emeterio), el 3 de marzo, y San Roque, el 16 de agosto.
Usaban en sus transacciones una jerga llamada el «mansolea» —nombre dado también al artesano—, es decir, el habla del hombre («man») de la suela («solea») o zapatero; un lenguaje cabalístico que surgió como instrumento de defensa, con el propósito de comunicarse entre sí y no ser entendidos por personas extrañas al oficio y desconocedoras del argot. Se nutre de préstamos de otras lenguas (el vasco, fundamentalmente) o de otra jerga, de palabras nuevas o alteradas, etc. El léxico del «mansolea», como afirma Cerra Bada, es reducido, «pues sólo pretende reemplazar las palabras más corrientes del habla cotidiana», de ahí que se utilice ampliamente la polisemia, señalando el significado preciso en cada momento sólo la situación y el contexto (ej.: «jidu»: bueno, guapo, sincero, inteligente o simpático).
Formaban parte de su vocabulario palabras como «aldrape» (padre), «contumenia» (dinero), «cheru» (casa), «chicoria» (Pimiango), «galocho» (calzado), «junia» (mujer), «peluda» (peseta), «verbear» (hablar) o «yimis» (yo).
Los cueros de vaca y caballo que empleaban los zapateros eran preparados en El Curtido (Bustio), un lugar cercano al mar (desembocadura de la ría de Tinamayor) que, a fines del siglo XIX, tenía como propietario y artesano a Manuel Noriega Laso. Allí las pieles eran tratadas con el tanino obtenido de las cortezas de encina, que eran molidas por una gran rueda hidráulica movida por la fuerza de las mareas. Tras permanecer a remojo durante varias semanas, los cueros «pasaban a una gran losa de piedra o pelame, sobre la que eran curtidos usando ruedas de madera y cuchillos de acero. A continuación se transportaban a unos grandes secaderos que consistían en unos palos, donde se colgaban hasta dar por finalizada la operación» (José Manuel Feito).
Bibliografía: José Manuel Feito: «La artesanía popular asturiana», en Colección Popular Asturiana, Ayalga Ediciones, Salinas (Asturias), 1977; «Enciclopedia de la Asturias Popular», vol. II (El hombre y el medio), edit. La Voz de Asturias, S.A., Lugones (Siero), 1994. Yolanda Cerra Bada: «Tradiciones locales», en «Llanes y Ribadedeva», colección «Asturias concejo a concejo», RIDEA, Oviedo, 1993.
Sumario
Clasificación: Etnografía
Clase: El concejo
Tipo: Artes
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Ribadedeva
Parroquia: Colombres
Entidad: La Franca
Zona: Oriente de Asturias
Situación: Costa de Asturias
Comarca: Comarca del Oriente de Asturias
Dirección: La Franca
Código postal: 33590
Web del municipio: Ribadedeva
E-mail: Oficina de turismo
E-mail: Ayuntamiento de Ribadedeva
Concejo de Ribadedeva
Solares medievales, Camino de Santiago, un monasterio que mira al mar, historias de amor indianas y una cueva Patrimonio de la Humanidad, El Pindal… Así es Ribadedeva.
Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Ribadedeva son: Llanes, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Ribadedeva, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.
Comarca del Oriente de Asturias
Es la tierra asturiana que primero ve el sol, que tiene las montañas de más altitud de la cordillera cantábrica, los Picos de Europa, Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y lugar donde se inició la Reconquista en España, concretamente en Covadonga.
La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Llanes, Onís, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Piloña, Ponga, Ribadedeva y Ribadesella. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.
Dirección
Dirección postal: 33590 › La Franca › Ribadedeva › Asturias.
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