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Navelgas, Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2003 › Eventos › Fundación Princesa de Asturias › Pueblo Ejemplar › Navelgas › Tineo › Comarca Vaqueira › Occidente de Asturias › Montaña de Asturias › Asturias › Principado de Asturias › España › Europa.
Descripción
INTRODUCCIÓN
El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias está destinado al «pueblo, aldea, núcleo de población o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural o ecológico, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad extraordinaria». Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación Príncipe de Asturias, y tiene una naturaleza y carácter totalmente diferentes de los Premios Príncipe de Asturias.
En esta edición concurrían un total de 19 candidaturas.
El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias está dotado con veinticinco mil euros (aportando la mitad el Principado de Asturias), y es habitual que sea entregado personalmente por S.A.R. el Príncipe de Asturias, coincidiendo con su visita a la región para hacer entrega de los Premios Príncipe de Asturias (en otoño).
El jurado de este premio - —convocado por decimocuarto año consecutivo por la Fundación Príncipe de Asturias— estuvo presidido por Francisco Rodríguez, presidente de Reny Picot, e integrado también por Jesús Arango, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo; Evaristo Arce, escritor y periodista; Juan Campos Ansó, senador; Efrén Cires, presidente de Carbonar; Felipe Fernández, director-control de Gestión de HidroCantábrico; Luis Felipe Fernández, director del Colegio «Aurelio Menéndez» de Ibias; Nicanor Fernández, director de la Fundación HC; Ignacio García-Arango, jefe del Área de Servicio, Planeamiento, Proyecto Obras Demarcación de Carreteras del Estado; José María González del Viso, ex concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo; Elisa Llaneza, directora general de Turismo; José Luis Marrón Jaquete, economista; Hugo Alfonso Morán, presidente de la Federación Asturiana de Concejos; Lucía Peláez, directora del Museo Piñole; José Luis Pérez de Castro, director del Instituto de Estudios Asturianos; Berta Piñán, poetisa; Ignacio Quintana, ex presidente del Parque Nacional de Covadonga; Francisco Quirós Linares, catedrático de Geografía; Luis Riera Posada, ex alcalde de Oviedo; Trinidad Rodríguez, catedrática; Cristino Ruano de La Haza, director general de Recursos Naturales y Protección Ambiental; Carmen Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo; Valentín Ruíz García, director general de Administración Local; Javier Santos, directivo del Colegio Oficial de Químicos de Asturias; Miguel Trevín, vicepresidente de la Federación de Turismo Rural, y Adolfo Barthe Aza, secretario del jurado.
ACTA DEL JURADO
Reunido en Oviedo el jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2003, integrado por D. Jesús Arango, D. Evaristo Arce, D. Juan Campos Ansó, D. Efrén Cires, D. Felipe Fernández, D. Luis Felipe Fernández, D. Nicanor Fernández, D. José María Fernández del Viso, D. Ignacio García-Arango, D.ª Elisa Llaneza Álvarez, D. José Luis Marrón Jaquete, D. Hugo Alfonso Morán Fernández, D.ª Lucía Peláez, D. José Luis Pérez de Castro, D.ª Berta Piñán, D. Ignacio Quintana, D. Francisco Quirós Linares, D. Luis Riera Posada, D.ª Trinidad Rodríguez, D. Cristino Ruano de la Haza, D.ª Carmen Ruiz-Tilve, D. Valentín Ruiz García, D. Javier Santos, D. Miguel Trevín, presidido por D. Francisco Rodríguez García y actuando de secretario D. Adolfo Barthe Aza, acuerda conceder el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2003 a Navelgas, por su continuado y compartido esfuerzo en la recuperación y mantenimiento de sus tradiciones y recursos naturales. El jurado valoró también su acierto en revivir un trabajo tan ancestral y singular como el bateo del oro —que dio a este pueblo últimamente una proyección internacional— y su papel animador en la vida de la comarca.
Oviedo, 16 de septiembre de 2003.
NAVELGAS
Navelgas, con una población de alrededor de 300 habitantes, y situada en el cuarto noroccidental del concejo de Tineo, o «Cuarto de los Valles», ha sido tradicionalmente un destacado centro económico y de servicios de esta comarca asturiana, donde viven cerca de 3.000 personas. Se le conoce como el «Valle del Oro» por la abundancia de yacimientos auríferos existentes en la zona. La preocupación de los habitantes de Navelgas por la conservación de sus recursos naturales y por el cuidado y difusión de su entorno ha llevado a la realización de un proyecto para crear un parque natural y un ecomuseo, con rutas de naturaleza de carácter educativo. Los vecinos de la localidad también dedican parte de sus esfuerzos a la recuperación de tradiciones como la fabricación artesanal de madreñas, la celebración de los festivales del esfoyón y el amagüestu, y el concurso comarcal de bolos celtas, un juego rescatado del olvido en esta población.
Desde 1992 Navelgas cuenta con una Casa de Cultura que presta un servicio gratuito a los vecinos de las once parroquias del norte del concejo. El centro alberga exposiciones, cursos y talleres, y su biblioteca pública colabora con once escuelas rurales de la zona mediante un programa de préstamo de publicaciones. La Casa de Cultura sirve también de lugar de reunión para los movimientos asociativos de la comarca. Durante el mes de agosto y desde hace más de quince años, Navelgas celebra el Día de los Pueblos de Asturias, una fiesta que sirve para el hermanamiento entre diferentes lugares de la región a través de las expresiones musicales, folclóricas y gastronómicas de todas ellas. Asimismo, su participación en todos los campeonatos europeos y mundiales de Bateo de Oro han contribuido a difundir el nombre de Asturias más allá de nuestras fronteras.
Fuente: Fundación Príncipe de Asturias (www.fpa.es).
NOTA:
• La localidad de Navelgas está emplazada en la carretera AS-219 y dista 28 km de la villa de Tineo, capital del concejo/municipio asturiano de igual nombre; ésta está a 72 km de la ciudad de Oviedo, capital de la comunidad autónoma del Principado de Asturias.
ENTREGA DEL PREMIO. VISITA A NAVELGAS DEL PRÍNCIPE FELIPE
El sábado 25 de octubre de 2003, Navelgas recibió festivamente la visita del príncipe y de miles de personas dispuestas a ver al heredero de la Corona. Don Felipe se interesó por todo y casi todos (vecinos y foráneos), se implicó en todas las actividades vecinales: lanzó el bolo celta, probó rosquillas, anís de guinda, comió castañas, mayó manzana, bateó en busca de oro a la orilla del río.... Y dejó su firma en el tronco en el que se colocó la placa que recuerda el premio al «Pueblo ejemplar» 2003. Después de un multitudinario almuerzo, el Príncipe abandonaba Navelgas, hacia las cuatro y media de la tarde, para retornar a Madrid, mientras la población prolongaba hasta la madrugada del domingo la celebración del acontecimiento.
Discursos en el acto oficial de entrega
En un escenario ante el colegio que lleva el nombre del Príncipe D. Felipe se celebró la ceremonia oficial de entrega del premio al «Pueblo ejemplar de Asturias».
Abrió el acto el alcalde de Tineo, Marcelino Marcos Líndez, quien pronunció un discurso, del que se ofrece un extracto:
Permitidme que, como tinetense y alcalde, comience manifestando mi gran satisfacción y orgullo por este premio concedido a Navelgas. Que en nombre de la Corporación que presido os dé la bienvenida a este acogedor lugar donde se halla el oro más puro, que se dice es aquél pulido por el roce de las aguas. Bienvenidos a este concejo de Tineo, donde el roce del esfuerzo compartido y la fraternidad labra personas nobles y entusiastas.
Ésta es la segunda vez que tenemos el honor de que una localidad del concejo de Tineo reciba este galardón y con él su visita, Alteza. En Tuña os acercasteis a nosotros y encontrasteis un pueblo abnegado y trabajador. Hoy, aquí, en Navelgas, volvéis a encontrar el espíritu amante de la libertad, luchador y apasionado del trabajo bien hecho, que es el que lucen las gentes de Tineo.
Los vecinos de Navelgas y sus asociaciones han demostrado, desde hace muchos años, un fuerte empeño innovador, forjado en el reconocimiento de su privilegiado entorno natural, su patrimonio cultural y, de manera especial, en el saber trabajar unas mejores condiciones de vida.
Como muy acertadamente manifestó el jurado del premio al «Pueblo ejemplar» de Asturias 2003, Navelgas está realizando un gran esfuerzo para recuperar, mantener sus tradiciones y sus recursos naturales y también darles proyección de futuro más allá del ámbito local. Los mayores y los jóvenes han trabajado juntos para que su pasado no se pierda. Se están esforzando para que el futuro otorgue a las generaciones venideras un lugar más grato donde vivir.
Los jóvenes de Navelgas han sabido escuchar a sus mayores y muestran con orgullo sus tradiciones, que, al fin y al cabo, son parte de ellos mismos.
Hoy estáis aquí, Alteza, ante un pueblo que ha bebido en el ejemplo de los grandes hombres que han nacido en esta tierra: el conde de Campomanes, Rafael del Riego y, déjeme que le cite, Alteza, el «bondadoso y prudente de don José Maldonado». Son hombres de Tineo, pero, sobre todo, ciudadanos que han trascendido nuestras fronteras y que forman parte del acervo de España. De su entrega a un ideal de modernidad y de su dedicación a la vida pública aprendemos que por encima de localismos está el interés general. Y que desvelos como los suyos, por el bien de la colectividad, sirven de manera decisiva e irreversible al progreso de nuestro país.
En Asturias, en Tineo, Alteza, somos gente hospitalaria, abiertos a lo nuevo y amantes de nuestras tradiciones, pero también tenemos iniciativa y somos capaces de asumir riesgos. Como los vecinos de Navelgas, estamos convencidos de que lo propio es un recurso de futuro, digno de compartir en nuestra decidida apertura al mundo.
Después de que el presidente del jurado, Francisco Rodríguez, leyera el fallo, Manuel García Linares, artista plástico y uno de los promotores de la candidatura de Navelgas, dirigió a los presentes unas palabras, aquí extractadas:
Alteza: excelentísimos e ilustrísimos señores, autoridades, señoras y señores:
Es un honor para mí participar en este acto de bienvenida a S.A.R. con motivo de la entrega de ese premio concedido por un jurado magnánimo, y en nombre de la Fundación Príncipe de Asturias, a nuestro pueblo: el pueblo de Navelgas.
Recuerdo en estos momentos cuando al entregarle, en el año 91, a Su Alteza mi libro sobre molinos de agua y maquila, mientras mirábamos el prólogo, del añorado e ilustre don Julio Caro Baroja, le dije: «Me gustaría, Alteza, que un día pudiese visitar uno de estos molinos en mi lugar». Hoy, por cuestiones de protocolo, no visitará uno de estos molinos, pero sí ha visitado mi lugar. Un lugar, éste, por donde no se pasa a ninguna parte; las leyes del mercado han cambiado las vías; ahora, para visitar estos valles, hay que proponerse venir a ellos, y en algunas ocasiones con dificultades.
Alteza, hoy recibimos un premio a «Pueblo ejemplar», pero creo que tan ejemplares como nosotros son el resto de los pueblos y son más ejemplares aquéllos que más resisten, porque el habitar los pueblos empieza a ser un lujo o un desdoro. Vamos hacia los premios porque tenemos necesidad de gritar –al igual que lo hicieron los pueblos vaqueiros en el pasado–, tenemos que gritar que existimos y que queremos vivir en estos lugares en donde con un poco de esfuerzo e imaginación podemos alcanzar el entorno social y las condiciones adecuadas que necesitamos para una vida digna.
Vuestra presencia aquí, Alteza, junto a los medios de comunicación, es de una gran ayuda para lograr parte de nuestros fines... Ahora pediría a empresarios, inversores y Administración que volviesen la vista hacia estos valles que empiezan a perder el pulso vital; algunos de estos empresarios, al igual que algunos miembros de la Administración, deberían estar sensibilizados ante estos problemas, pues tienen su lugar de origen en estos solares.
Señor, os encontráis en un pueblo que pertenece a la Asturias rural y campesina, lo que ya empieza a ser conocido como la Asturias profunda, en donde existen más paneras que hórreos, lo que significa el potencial económico que estos centros han tenido en el pasado, cuando la tierra era la madre fértil que alimentaba a sus hijos desde sus despensas; ahora, los frutos de esta naturaleza maravillosa, por obra de las leyes del mercado, se pierden en las ramas de los árboles. Pero, a pesar del maltrato que esta naturaleza recibe, ella se niega a la esterilidad y sigue ofreciéndonos, generosamente, sus productos con la esperanza de que un día necesitemos de ellos.
Alteza, debéis de saber lo maravilloso que es soñar contemplando la Luna llena o la Luna mora con un cortejo de estrellas, desde nuestras montañas o reflejada en las rías o en los lagos; es la misma Luna que se puede contemplar sobre una cúpula de la ciudad, la diferencia está en el sueño. En la ciudad, el sueño puede ser una realidad factible; en el bosque, el suelo se convierte en una gran ilusión en donde cuentan los encantos de las xanas que junto al murmullo de los arroyos pueden hacer habitable el tronco horadado de un viejo castaño o un rincón perdido bajo un puente junto a las tranquilas aguas de un río en donde se refleja el molino.
Es muy posible que nunca, a pesar de estos encantos o de ser encantado por una bella xana, en noche de Luna, se pueda hacer realidad el habitar en el tronco del viejo castaño en medio de la paz del bosque, pero yo ya empiezo a creer en la posibilidad de que los sueños se hagan realidad. Hoy quiero soñar que los pueblos cobran de nuevo vida, cobran de nuevo entidad. Alteza, no quisiera que vuestra presencia en esta localidad fuese solamente el lavado de cara sin continuidad.
Son muchos los proyectos que tenemos ante el futuro, algunos se perderán, pero otros muchos serán un hecho evidente que permitirán el cambio de esta sociedad, hoy dormida e indolente.
Muchos fueron los que nos llamaron locos cuando apostamos por el bateo de oro, y todo ello porque nos cuesta imaginarnos nuevas alternativas a la rutina; sin embargo, necesitamos, imperiosamente, muchos locos que con sus locuras apuesten por la cordura de un mundo mejor donde las utopías se hagan realidad.
Alteza, sabéis que el pasado año, en Hamatombetsu (Japón), se concedió a España la celebración del Campeonato Europeo de Bateo 2005, que se celebrará aquí, en Navelgas, y dentro de nuestros sueños, Señor, está el que Vos ostentéis la presidencia de honor.
Hoy, S.A.R. el Príncipe de Asturias nos ha visitado para entregarnos un premio. Nos gustaría que en un futuro no muy lejano pudiese de nuevo volver a recoger el producto de ese premio; volver a ver éste su pueblo, al igual que el resto de los pueblos del Principado, cuyo título ostenta, llenos de vida y alegría.
A continuación el Príncipe de Asturias pronunció el siguiente discurso:
Permitidme que mis primeras palabras sean no sólo para reiteraros mi felicitación por la distinción que habéis conseguido tras años de tenacidad y de esfuerzos, sino también para deciros con cuánta emoción vivo cada año estas inolvidables horas de la entrega del premio al Pueblo Ejemplar de Asturias.
Me conmueve saber la alegría con la que, en cada edición, la comunidad galardonada recibe la noticia de la concesión del premio, cómo se celebra el triunfo en maravillosa fraternidad y con cuánta ilusión se espera la llegada de este día.
Por eso, cuando cada año regreso a nuestra querida Asturias, en esos días en los que las nieblas del otoño hacen más misteriosos y aun más bellos nuestros bosques, se acrecienta y se hace más honda mi esperanza en el futuro de España.
Se ha concedido este premio a Navelgas, vuestro querido pueblo, con todo merecimiento, pues vuestro ejemplo de creatividad y de solidaridad vecinal y vuestro espíritu de progreso armónico son realmente dignos de todo elogio. Gracias a estas virtudes habéis puesto en marcha una serie de actividades que son, además, la mejor demostración de vuestra tenacidad y constancia.
El modelo que queréis para Navelgas se basa en la convicción de que el verdadero progreso sólo se alcanza combinando adecuadamente el respeto a la naturaleza y la fidelidad a la tradición –en lo que ésta tenga de bueno y perdurable– con el uso y aprovechamiento de las nuevas técnicas y los más modernos avances de la ciencia. De este modo, haciendo compatible el respeto al pasado, a la herencia que hemos recibido, con el control adecuado de los cambios inevitables que es preciso afrontar, conseguiréis detener el pesimismo que con demasiada frecuencia paraliza los deseos de prosperidad y que tantas veces ha dejado en el camino, tristemente abandonados para siempre, muchos sueños y muchas ilusiones que alimentaron nuestras vidas.
Asturias conserva muchos rincones privilegiados en los que es posible llevar una existencia ligada a la modernidad en un entorno natural bello y cuidado; una existencia en la que se conjuguen pasado y futuro, convivencia pacífica y desarrollo. Vosotros tenéis la fortuna de vivir en uno de estos lugares aún preservados de las agresiones al medio ambiente y con grandes posibilidades naturales. Con vuestro espíritu de superación y de buena vecindad, con el impulso de vuestra imaginación y el entusiasmo de vuestras iniciativas, lograréis todo lo mejor para Navelgas y para todo el concejo de Tineo.
Estos árboles que hoy nos protegen con sus hermosas ramas y que con tanto esfuerzo habéis salvado de la tala son un símbolo de ese impulso que os anima. Con su esplendor y su fortaleza, representan muchas de vuestras virtudes: el arraigo profundo en la tierra que os vio nacer, la aspiración constante hacia la luz, la expresión viva de la esperanza.
Antes de terminar mis palabras, deseo dar las gracias al jurado por su dedicación y su compromiso con los fines instituidos por este premio, y a todos los demás pueblos de Asturias que han presentado candidaturas, en algunos casos de manera reiterada, como lo ha hecho Navelgas, con tesón envidiable, durante años. Os animo a seguir haciéndolo así en beneficio de vuestras comunidades con el mismo entusiasmo y la misma ilusión.
No dejéis nunca de trabajar por vuestro pueblo. No renunciéis nunca al amor hacia estas tierras tan bellas en que habéis nacido. Que el premio que acabáis de recibir sirva, además, para que todos vuestros proyectos de ahora, y los que imaginéis en el futuro, se hagan feliz realidad
Sumario
Clasificación: Eventos
Clase: Fundación Princesa de Asturias
Tipo: Pueblo Ejemplar
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Tineo
Parroquia: Navelgas
Entidad: Navelgas
Zona: Occidente de Asturias
Situación: Montaña de Asturias
Comarca: Comarca Vaqueira
Dirección: Navelgas
Código postal: 33873
Web del municipio: Tineo
E-mail: Oficina de turismo
E-mail: Ayuntamiento de Tineo
Concejo de Tineo
Tineo, segundo concejo más grande de Asturias, es tierra de Pueblos Ejemplares: Tuña y Navelgas. Tierra Jacobea, vaqueira, prehistórica, minera, de bateo de oro, de chosco, de bolo celta, caza, pesca, senderismo y con una animada capital, que es Conjunto Histórico.
Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Tineo son: Allande, Belmonte de Miranda, Cangas del Narcea, Salas, Somiedo, Valdés y Villayón. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Tineo, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.
Comarca Vaqueira
Toma su nombre de los vaqueiros de alzada, grupo social con una cultura nómada, que ha dejado su impronta en una extensa comarca de cinco municipios, donde hay un poco de todo: costa e interior, y en el interior, montañas, sierras, valles, ríos, frondosos bosques…
La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Allande, Cudillero, Salas, Tineo y Valdés. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.
Dirección
Dirección postal: 33873 › Navelgas › Tineo › Asturias.
Dirección digital: Pulsa aquí